El 1 de junio de 2009, el vuelo 447 de Air France despegó de Rio de Janeiro en un vuelo nocturno con destino a París con una duración de 11 horas. Hasta ese momento el Airbus 330-200 era un avión sin historial de accidentes.
A bordo se encontraban 216 pasajeros y 12 tripulantes. Entre ellos se encontraba el príncipe Pedro Luis de Brasil y Silvio Barbato, director de la Orquesta Sinfónica de Brasil.
Luego de el despegue, a tres horas y media, el capitán, piloto en comando, decidió salir de la cabina de mando para tomar un descanso programado ya que el vuelo dura 11 horas. Los pilotos poco después recibieron una advertencia de tormenta y tenían que subir de altitud para evitar la tormenta. Mientras entraban en la tormenta y ascendían, la computadora del avión les dio varios avisos confusos. En el exterior del aeronave se encuentra un tubo que se conoce como el tubo pitot o pitot tube en inglés. Este tubo se encarga de medir la velocidad en base al flujo del aire. Si estos tubos se tapan o se congelan enviara información incorrecta a la computadoras y por ende a los instrumentos. Ahora, es importante saber que todos los aviones tienen un sistema el cual calienta el tubo pitot para evitar congelamiento. El cual se enciende dentro de la cabina.
El piloto automático se apagó cuando los tubos se congelaron y los pilotos tomaron el control manual del avión. Eso era algo raro de hacer a tal altitud. Ya que los instrumentos daban información errónea o nada de información, el copiloto subalterno decidió ascender a una peligrosa velocidad de 6,700 pies por minuto. Lo cual hizo que el avión entrara en perdida y encendiendo la señal de advertencia la cual fue ignorada. La velocidad del avión bajo a unos peligrosos 60 nudos.
En medio de la confusión, el copiloto suelta la palanca asciendo bajar la nariz del avión y ganando velocidad, lo cual era muy bueno, pero la computadora encendió nuevamente la advertencia de entrada en perdida y por segunda vez jalan la palanca haciendo ascender el avión y provocando que el mismo redujera la velocidad casi a cero.
Cuando el capitán llego a la cabina estaban cayendo en medio de la noche a 11,000 pies por minuto con la nariz del avión hacia arriba. El copiloto seguía jalando la palanca e impidiendo que el avión ganara velocidad.
El capitán al darse cuenta de lo que pasaba ya era demasiado tarde, estaban a unos 3,000 pies de altura nada más. El avión choco contra el agua a una velocidad de 90 millas por hora, matando a todos abordo.
Los investigadores culparon el accidente a la "adicción al piloto automático". Los pilotos estaban tan acostumbrados a volar en piloto automático a gran altitud que no supieron qué hacer cuando este dejó de funcionar.
Una verdadera tragedia. Pero todos podemos aprender lecciones importantes del error fatal de estos pilotos bienintencionados.
Las mayoría de las familias ha enfrentado serios problemas económicos, entre otos problemas más, Antes de eso todos usábamos el piloto automático económico. Las tarjetas de crédito, prestamos, re financiamientos, hipotecas hasta que llego la tormenta económica y los instrumentos económicos fallaron y ahora nadie sabe dirigir sus vidas personales y financieras sin el piloto automático.
Como resultado mucha gente se declaró en la quiebra. Entonces, hay que preguntarse: ¿Cómo puedo evitar la adicción al piloto automático y administrar bien mi casa, las finanzas personales a fin de volar sin peligro durante tiempos económicos difíciles?
Hay tres pasos sencillo para apagar el piloto automático y tomar el control de tus finanzas. Estos tres pasos los compartiré contigo en el próximo artículo.
¡Motívate Al Éxito!
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